Nuestro proyecto se caracteriza por ser un proyecto sustentable completo, incluyente, donde el visitante, desde el área pública, pueda aprender y disfrutar, tanto de la cultura como de los procesos alrededor del vino.
Así, aprovechando la experiencia de mi madre con el museo de ciencias: Alximia no solo es una “fábrica de vino”, también es un escaparate del proceso y las labores culturales asociadas a la vitivinicultura.
Desde la parte pública –donde estamos actualmente– podemos observar (sin interferir) las distintas etapas del proceso.
· Empezando con el viñedo, a través de los ventanales,
· volteando al interior y dirigiendo la mirada al piso superior encontraremos nuestra sala de selección y despalillado,
· en el actual nivel tenemos a la vista la sala de fermentación con nuestros tanques troncocónicos,
· y dirigiendo nuestra mirada hacia abajo, podemos observar la cava de barricas y la zona de usos múltiples donde se lleva a cabo el embotellado.
Todo desde la comodidad de la sala de degustación donde podremos disfrutar de un delicioso vino, un aperitivo y/o una comida de nuestro restaurante Auka.
Se observa de inmediato como se aprovecha a la naturaleza para que nos apoye en el proceso de vinificación. El uso de la gravedad es evidente. Otros aspectos se aprecian en:
- el uso de paneles fotovoltaicos para la generación de energía eléctrica,
- paredes de superadobe para mantener (mediante procesos pasivos) la temperatura interior controlada,
- el correcto uso de la arquitectura para colectar el agua de lluvia,
- el aprovechamiento del diseño para mantener la cava de barricas a temperatura y humedad ideales,
- el manejo del viñedo con agricultura sostenible y con enfoques regionales.